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Ana Troncoso

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Digital Leader

Chile
Universidad de los Andes
Como Psicóloga, con 22 años de trayectoria, he tenido la fortuna de poder seguir un camino de aprendizaje con plena libertad, que nace en el Sur de Chile, en Valdivia y que actualmente me tiene trabajando como Directora del Centro de Innovación para la docencia en la Universidad de los Andes en Santiago. Desde aquí lidero un equipo multidisciplinario de 17 personas que se encarga de brindar apoyo a más de 1500 docentes para formar nuevas generaciones de profesionales que pasan por esta casa de estudios. En esta ruta, he construido una trayectoria sobre la base de la experiencia acumulada en 17 años de trabajo en fundaciones educacionales; de mi formación académica, tanto en la PUC como en el LSE en donde obtuve una Maestría en Psicología social y organizacional; la formación en liderazgo instruccional que recibí en USA a través de la organización KIPP (Knowledge is Power Program) , seminarios como el ICED (Internacional Consortium for Educational Development) y los cinco años trabajando con académicos en La Universidad de los Andes desde donde nos esforzamos para contribuir a hacer de Chile un país mejor.
Inicié mi trayectoria en Fundación Educacional Arauco en donde por cinco años trabajé en el programa Raíces, a través del cual se entregaron estrategias de lectura y libros para que 539 profesores del sistema de educación público de seis comunas, pudieran generar el gozo por la lectura y el acceso a la imaginación, cultura y motivación hacia el aprendizaje de 8.771 niños. El equipo profesional contaba con 17 personas. Eso me permitió crecer profesionalmente y me dio las bases para poder ganarme una Beca Chile para estudiar en el London School of Economics and Political Sciences el año 2008- 2009. Al regreso a Chile, pude seguir creciendo en mi trayectoria en Aptus en donde nuevamente me encontré con la educación pública, y en esta ocasión pude dirigir un programa de formación en liderazgo instruccional para futuros directivos de escuelas que reciben financiamiento público. Participé de los dos primeros años de este programa, y me siento orgullosa de haber contribuido con la formación de 23 directivos escolares. En esta oportunidad, aprendí a observar nuevamente las organizaciones escolares, pero esta vez reconociendo cómo crecen estas, y cada uno de sus integrantes, en habilidades para la docencia, conocimiento científico y técnicas específicas para obtener la mejor versión de sus equipo de profesores y de los estudiantes que atienden. Finalmente, hace cinco años llegué a la Universidad de los Andes (Santiago, Chile) en donde desde mi rol tengo la posibilidad de influir en las decisiones de tecnología que la Universidad toma para el área de aprendizaje; adoptando herramientas tecnológicas como Turnitin y Canvas Studio y fundamentalmente colaborando en el Modelo de aprendizaje híbrido aplicado a la medicina gracias a herramientas de simulación virtual, lo cual no solo tiene un impacto en el cuerpo docente de la universidad sino que impacta de manera relevante en la mejora de la salud para el futuro de los futuros profesionales del campo de la salud.
Las mujeres que he conocido, madre, hermanas, abuelas, profesoras, mentoras, jefas, colegas, equipos de trabajo, me han formado en la perspectiva y actitud ante la vida. Aprendí de ellas a vivir las tensiones propias de la maternidad, conciliación entre el proyecto de desarrollo profesional y los roles de cuidado de otros, con el escucharme a mí misma e ir siguiendo la intuición y patrón creativo de mis intereses, inquietudes, preguntas, y errores. Ha sido todo este bagaje el que he aplicado para impactar y empoderar a mujeres de distintas edades y en distintas etapas de la vida; desde mi trabajo en La Fundación Arauco hasta hoy día en la Universidad de los Andes; ya sea desde el proveerle herramientas a niñas que inician su formación en edad escolar hasta profesionales con postgrados que imparten docencia y que a su vez empoderan a otras mujeres por medio de su enseñanza en un círculo virtuoso. Hoy en día, en nuestro centro invertimos tiempo en enriquecer nuestra mirada desde la filosofía y la libertad, la curiosidad y la docencia, el autocuidado como profesor universitario, que propicia el cuidado y crecimiento de los más de 10.000 estudiantes que se están formando actualmente en la Universidad de los Andes. Espero que mi paso por mi trabajo facilite que cada clase que se haga sea lo suficientemente buena, bella y verdadera, para que los estudiantes que aquí se forman puedan elegir en libertad cuando se presenten bifurcaciones en sus vidas.