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Antonia Rodriguez

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Rising Star

Chile
Xepelin
Decidí entrar al mundo de la computación por dos razones. Primero, me enamoré de la disciplina del software, sus bases matemáticas y lógicas, y su fuerte potencial de impactar la vida de miles de personas. Segundo, descubrí la brutal importancia de la comunicación y la gestión de personas en todo tipo de proyectos (y su complejidad!), y cómo es una necesidad latente sobre todo en el mundo de la computación.

Mi trayectoria profesional comenzó con la disyuntiva de seguir un camino como ingeniera de software u optar por algo híbrido, en respuesta también al común síndrome del impostor en áreas Tech (algunos dicen que nunca desaparece). Opté por la opción híbrida primero, donde tuve la oportunidad de trabajar cerca de los clientes y el producto, y tener un “soft landing” a equipos tech que permitió convencerme por completo de que lo mío era el desarrollo de software de inicio a fin. Hoy me encuentro en el mundo de las Fintech en pleno crecimiento, donde he aprendido a una velocidad y con una profundidad que jamás imaginé.

Hoy estoy liderando la construcción del Design System de Xepelin, en un rol mixto entre gestión y desarrollo de software. Mi enfoque por un lado es estar constantemente buscando las mejores soluciones, herramientas y estándares de código, según la necesidad, el contexto y el equipo. Por otro lado, promover una dinámica de acuerdos, autogestión y colaboración para construir sistemas sólidos, que sean útiles y escalables.
Puedo identificar dos formas de inspiración y empoderamiento que tengo conmigo misma y para con otras mujeres del rubro.

La primera es el apoyo bidireccional entre colegas mujeres, acercarnos y compartir experiencias y situaciones laborales del día a día es muy poderoso, pues siempre encontramos similitudes y así compartimos nuestras técnicas, estrategias y tips. Para mí ha sido imponderable este apoyo, y no sólo con mujeres de áreas tech. Con sólo empatía, consejos de mentes sabias y aliento para reforzar nuestras capacidades y aptitudes una puede sobrellevar muchos obstáculos del día a día e impedir que te frenen. Se trata de una "sororidad laboral" que nos permite ir navegando juntas en el mundo laboral.

La segunda manera en que busco empoderar a otras mujeres es a través de mi camino. No dejar de creer en mí misma, jamás bajar los brazos y tomar fuerza y determinación los desafíos y objetivos. Algo que transmito mucho a las mujeres a mi alrededor y a mi misma es que tomar desafíos difíciles para mí se ha transformado en una "responsabilidad". Responsabilidad que se alimenta de la motivación intrínseca de seguir el camino que han construido las mujeres que vinieron antes que nosotras. Hoy somos afortunadas de haber podido estudiar y trabajar en lo que nos apasiona, la ingeniería por ejemplo, lo que históricamente fue una carrera de hombres. Mi visión es que estamos en la cancha de juego y tenemos la oportunidad de “seguir pavimentando el camino”, pues queda muchísimo por hacer. Para que las mujeres que vendrán tengan cada vez menos dificultades, nosotras tenemos que seguir empujando la equidad de género en el mundo laboral, en este caso a través del ejemplo.